
Un mes después de la primera concentración realizada tras el confinamiento provocado por la pandemia del Covid-19, la selección española de fútbol para ciegos vuelve a reunirse en Madrid con el objetivo de seguir puliendo aspectos tácticos y mantener la forma física adecuada ante futuros compromisos internacionales.
Hasta el día 23 de octubre, los pupilos de Jesús Bargueiras regresan a los entrenamientos en doble sesión diaria que llevarán a cabo en el Centro Deportivo y Cultural de la ONCE en la capital. Como ya sucediera hace un mes, volverán al terreno de juego con mascarillas y un protocolo de acción específico para evitar un posible contagio.
La amplia convocatoria está compuesta por 14 jugadores de campo y 5 porteros, mezclando veteranía y juventud con el objetivo de encontrar la mejor puesta a punto de cara a la mejor preparación posible para los Juegos Paralímpicos de Tokio. Para ello, al margen de la preparación física y ejercicios técnicos, la rojita paralímpica realizará distintos partidillos sobre el césped artificial.
¡Silencio, se juega!
Las personas ciegas y con discapacidad visual grave compiten en dos categorías distintas, existiendo grandes diferencias entre ambas. Los jugadores con discapacidad visual grave (B2/B3) no necesitan apenas adaptaciones para poder competir.
Por otra parte, el fútbol para ciegos ha necesitado mayor número de adaptaciones, estando en estos momentos bien desarrollado y reglamentado, lo que lo convierte en un deporte seguro y viable para las personas ciegas.
Las características especí¬ficas imprescindibles son: balón sonoro; vallas laterales que evitan los fueras de banda, salvo que el balón salga por encima de éstas, siendo además un elemento de orientación y seguridad para el jugador; el portero es vidente y tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área de penalti.
Además un guía detrás de la portería orienta a los jugadores y existe la obligatoriedad de los jugadores de decir, de forma clara y audible, la palabra "voy", para evitar golpes y orientar al jugador rival.
Dadas las necesidades especí¬ficas esta modalidad se juega en campo de césped arti¬ficial descubierto para facilitar la audición del balón. Por eso es necesario el silencio del público mientras esté en juego la pelota y hasta que no se marque un gol o existan tiempos muertos.